Por Gallardo, I. E.
Para la mayoría de los alumnos que cursan la educación básica, comunicarse no representa dificultad alguna, de hecho suelen desarrollar la competencia comunicativa de forma natural, sin embargo existe un porcentaje de alumnos para los que esta tarea será significativamente desafiante , aquellos alumnos que tienen dificultades del lenguaje en sus diferentes modalidades; oral, escrito, gestual, signada... y diferentes aspectos; fonético-fonológicos, semánticos, pragmáticos, morfológico-sintácticos y discurso narrativo.
Estos alumnos han constituido, a lo largo de los años, un reto significativo para los sistemas educativos en distintos países, en muchos de estos, las dificultades del lenguaje aún no son consideradas un tema relevante en los contextos educativos, para otros, por el contrario, su atención y el abordaje del lenguaje han merecido grandes esfuerzos por encontrar soluciones acordes a la problemática.
Las dificultades del lenguaje pueden deberse a diversas causas que van desde las anatómicas hasta aquellas asociadas a otras condiciones del neurodesarrollo, como lo es el autismo o algunos tipos de discapacidad. En otros casos, las dificultades no tienen una causa aparente o de fácil identificación, estas personas presentan un Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), ahora conocido como Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL), esta suele ser una condición persistente y con mucha frecuencia resistente a la intervención, por lo cual su identificación temprana y oportuna representa una valiosa ventana de oportunidad para quienes enfrentan estas dificultades.
La escuela es el contexto donde se conjugan una serie de factores que facilitarán, con el tiempo, los retrasos del lenguaje y sus expresiones más severas, aunque, contrario a la percepción común, no siempre son tan evidente, especialmente aquellas que trascienden las dificultades de articulación (pronunciación) de las palabras. Por ello, la vigilancia y la atención a los signos de alerta constituyen una estrategia crucial para todos los docentes y personal educativo.
Las dificultades del lenguaje afectan un número considerable de alumnos en la educación básica (que en México abarca hasta los grados de educación secundaria), estimaciones de esta condición, en su expresión más severa, indican una prevalencia (cuántos personas tienen estas dificultades) de uno en cada catorce alumnos.Todo sistema educativo debe considerar dentro de sus politicas estrategias dirigidas a la atención de estos alumnos con el fin de favorecer el desarrollo integral de la infancia.
