lunes, 26 de marzo de 2012

CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DE LENGUAJE (RAPIN Y ALLEN).

Esta clasificación es la más utilizada para la clasificación de los trastornos específicos de lenguaje. La primera vez que se realizo esta clasificación sus autoras incluyeron dentro de la misma a los trastornos generalizados del desarrollo (autismo), despues redujeron el ámbito de los trastornos. Tanto las autoras como otros especialistas, por ejemplo Monfort y Juárez (1993) están de acuerdo en aplicar las categorías de esta clasificación a niños con otros trastornos como el autismo. En el caso de los niños con autismo, todavía existe mucha controversia sobre la aplicación de estos criterios.

CLASIFICACIÓN CLÍNICA DE RAPIN Y ALLEN (1987)
Trastornos de la vertiente expresiva.
Trastorno de la programación fonológica.
Existe algo de fluidez en la producción, pero la articulación es confusa.
Tiene mejoras en cuanto a la repetición de tareas aisladas.
Si hay comprensión en un nivel normal o casi normal.


Dispraxia verbal.
Incapacidad de fluencia.
Articulación gravemente afectada.
Los enunciados no mejoran en tareas de repetición.
Si existe comprensión normal o casi normal.

Trastornos de la comprensión y expresión.
Trastornos fonológico-sintáctico.
Tiene un déficit mixto expresivo-receptivo.
La fluidez verbal alterada.
Articulación alterada.
Sintaxis deficiente.
Comprende mejor de lo que expresa.
Variables de dificultad de comprensión.
Agnosia auditivo-verbal.

Sordera verbal.
Fluidez perturbada.
Comprensión del lenguaje oral severa o ausente.
Grave afectación de la articulación.
Comprende gestos.


Trastornos del proceso central de tratamiento y de la formulación.
Trastorno semántico pragmático.
Desarrollo inicial de lenguaje más o menos normal.
Articulación normal o tiene ligeras dificultades.
Habla fluente, a menudo logorreica.
Enunciados bien estructurados gramaticalmente.
Grandes dificultades de comprensión.
Falta de adaptación del lenguaje al entorno interactivo.
Trastorno léxico/sintáctico.
Habla fuente con pseudotartamudeo ocasional por problemas de evocación.
Articulación normal o con ligeras dificultades.
Sintaxis perturbada.
Comprensión normal de palabras sueltas.
Deficiente comprensión de enunciados.